
Fuente: Positive Discipline Community Resources. Colleen Murphy.
Los años de adolescencia llevan la reputación de ser una etapa desafiante. Es un tiempo potencial de rebeldía, toma de riesgos y secretismo, lo cual genera preocupación, estrés y miedo en los padres. Cada etapa del desarrollo trae cosas nuevas que los niños deben aprender, y los padres deben adaptarse a cada nueva fase de crecimiento de sus hijos. La diferencia entre la etapa de desarrollo adolescente y las anteriores es que las consecuencias de los errores son mucho mayores.
Esto puede llevar a los padres a buscar un control más estricto, pero intentar controlar a un adolescente puede resultar en mayor rebeldía y toma de riesgos. Una mejor opción es tratar de comprender esta etapa única desde una perspectiva social, psicológica y fisiológica. Los padres pueden alinearse con sus adolescentes y, de hecho, disfrutar de las personas en las que se están convirtiendo, en lugar de enfrentarse a ellos.
Sugerencias para la crianza en los años de la adolescencia
El papel de los adultos para apoyar mejor el desarrollo del adolescente
No te lo tomes como algo personal. No se trata tanto de ti como del hecho de que el cerebro del adolescente se está remodelando. El proceso de pensamiento y la capacidad de manejar emociones están siendo desafiados. La empatía está surgiendo pero aún no está completamente desarrollada. Recuerda, el rechazo de la familia es parte del proceso por ahora, pero no es permanente.
Canaliza la necesidad de novedad, riesgo y aventura. Ofrece experiencias en entornos controlados, como deportes, escalada, o viajes organizados con compañeros. Retira un poco la supervisión directa de los adultos, pero comunica expectativas claras. Da permiso para más actividades sociales, pero establece límites sobre horarios, habla con los adultos que supervisen esas actividades o establece tiempos de llamadas, etc.
Asegúrate de que las consecuencias tengan sentido. Si algo se rompe o se pierde, haz que tu adolescente participe en la reparación y los gastos. Si se acuestan demasiado tarde, aún deben levantarse y cumplir con sus responsabilidades a tiempo.
Dale el espacio necesario, pero mantén la conexión. Retírate cuando quieran tiempo a solas, pero permanece disponible cuando tengan algo que decir. Muestra interés, no juicio, por sus opiniones emergentes. Invita a una conversación genuina con preguntas como, “¿Qué piensas sobre este tema?” o “¿Cuál es el plan para la próxima vez que ocurra esto?” Escucha con la boca cerrada y los oídos abiertos.
Acepta en quiénes se están convirtiendo. Esta es realmente una época emocionante, ya que los adolescentes maduran y se convierten en adultos únicos. Únete a la emoción de ver hacia dónde los llevan sus intereses e ideas. Podrías aprender mucho al dejar que te enseñen cosas que nunca has explorado.
El cerebro adolescente
Grandes cambios están ocurriendo en todo el cuerpo, incluido el cerebro. El cerebro comienza a hacer cambios estructurales para volverse más integrado (es decir, diferentes áreas del cerebro se conectan entre sí). El cerebro reduce la cantidad de neuronas (células cerebrales básicas) que han crecido desde antes del nacimiento, dejando ir las conexiones neuronales que ya no se usan.
Además, el cerebro deposita mielina, lo cual conecta el flujo electrónico entre neuronas, permitiendo un flujo de información más rápido y eficiente. Los lóbulos frontales, el centro de control maestro que ayuda a coordinar funciones cerebrales importantes, cambian drásticamente, vinculando e integrando diferentes áreas del cerebro. Además, a medida que el adolescente adquiere experiencias de vida importantes, se crean más conexiones neuronales, desarrollando aún más este cerebro.
A medida que el cerebro adolescente integra nuevas conexiones, se ganan nuevas habilidades positivas, como la capacidad de:
- pausar y considerar más de una respuesta impulsiva;
- ver el panorama general de una situación para tomar decisiones más sabias basadas en experiencia e intuición;
- enfocarse en ideas complejas y cuestionarse por primera vez el significado de la vida;
- considerar pensamientos creativos y, al combinarse con su energía, producir nuevas ideas y soluciones.
Individuación: La tarea del adolescente
Al igual que un niño pequeño que intenta establecer su independencia y dice: “¡Yo solo!” y “¡No!”, un adolescente ha entrado en una fase similar. Los adolescentes suenan más como: “¡No me digas qué hacer!” y “Igual lo haré sin tu permiso.”
El impulso biológico hacia la independencia se llama Proceso de Individuación. Es un proceso importante y necesario mientras los adolescentes se preparan para entrar en la etapa de adultos jóvenes de la vida.
No todos los adolescentes son iguales, pero hay algunos comportamientos generales que la mayoría de los adolescentes muestran. Esta es una lista de rasgos típicos de los adolescentes:
- Rebeldes. Muchos adolescentes rechazan a la familia y los valores familiares. Para descubrir quiénes son, primero deben rechazar lo que sus padres consideran importante para averiguar en qué creen y cómo son diferentes de la familia. La rebeldía es el combustible para avanzar en la separación. Ejemplo: “Ya no quiero ir a la iglesia.”
- Emocionales. Los adolescentes maduran física y sexualmente a un ritmo que no pueden controlar. Pueden sentirse ansiosos por madurar demasiado rápido o demasiado lento. Los altos niveles de hormonas y la reestructuración del cerebro en esta etapa crean cambios de humor. Son encantadores un minuto y groseros al siguiente. Ejemplo: “Te quiero, mamá.” “¡Sal de mi habitación!”
- Centrados en la amistad. Interactuar dentro de su grupo de pares ayuda a los adolescentes a averiguar si y cómo encajan. Ejemplo: “¡Tengo que ir a la fiesta! ¡Todos los demás van a ir!”
- Prueban límites, buscan experiencias emocionantes, son impulsivos y toman riesgos. Quieren probar lo que son capaces de hacer sin ser dirigidos, aconsejados u ordenados. Los niveles aumentados de dopamina en el cerebro alimentan el comportamiento impulsivo y el deseo de emoción. El centro de evaluación del cerebro en esta etapa solo mira las recompensas positivas de una elección arriesgada e ignora los posibles efectos negativos, por lo tanto, el riesgo parece valer la pena para los adolescentes.
- Deseo de privavidad. El tiempo a solas y mantener sus pensamientos privados les ayuda a descubrir quiénes son y qué es importante. Los adolescentes interpretan cualquier tipo de pregunta como intromisión y responden de manera defensiva. Ejemplo: “¿Por qué quieres saber sobre mi día?” A menudo responden con monosílabos o encogimientos de hombros silenciosos para proteger su privacidad.
- Una percepción errónea de saberlo todo y pensar que los padres no saben nada. Cualquier consejo o sabiduría de un adulto es rechazado y considerado “estúpido”. De hecho, ser visto con un padre en público causa gran vergüenza. El pensamiento adolescente es: “Los padres no pueden relacionarse conmigo ni con mi generación.”
Recuerda
La etapa adolescente es una fuerza de la naturaleza imparable. ¿Qué pasa si los padres intentan evitar que suceda? Piensa en tu bebé aprendiendo a caminar. Cada vez que daba un paso y caía, ¿le gritabas por intentarlo? ¿Lo detenías para que no se lastimara? ¿Lo castigabas y la ponías en su cuna? Por supuesto que no. Aprender a caminar es una tarea importante con muchos intentos fallidos.
A los adolescentes también se les debe dar la misma cantidad de espacio para cometer errores y tomar algunos riesgos apropiados para aprender. Aprender a conducir, gestionar el tiempo, tomar decisiones sobre drogas, sexo, alcohol, etc., no se puede aprender sin experiencia. Los adolescentes necesitan oportunidades para tomar decisiones según su nivel de madurez. Cuanto mejores sean sus decisiones, más libertad ganan. Pero espera errores. Hazlos responsables de corregir cualquier error y permíteles pequeñas oportunidades para recuperar la confianza.
Las consecuencias de intentar frenar esta etapa de desarrollo natural podrían resultar en: comportamiento rebelde, arriesgado y engañoso; cerrar la comunicación contigo completamente o incluso escapar de casa. Posiblemente, también podría ocurrir lo contrario. Si se les niega su individuación, los adolescentes se quedan como “niños buenos” que hacen lo que otros les dicen toda su vida, sin alcanzar su verdadero potencial individual.
Confía en el proceso de individuación a pesar de los detalles complicados.
Pasos clave:
- Considera el Proceso de Individuación y ajusta tus expectativas de acuerdo a ello.
- Espera errores. Los errores contienen lecciones valiosas.
- Haz que los adolescentes se hagan responsables de sus errores (con respeto y lógica) para que aprendan a actuar con más conciencia.
- Ofrece oportunidades para que los adolescentes tengan responsabilidades mayores. Cuando tomen una mala decisión, muestra confianza en su capacidad para tomar mejores decisiones la próxima vez. Ofrece oportunidades para demostrar más responsabilidad cuando estén listos.
- Evita sermonear y decir, “Te lo dije.”
- Escucha. Muestra que valoras sus opiniones e intereses.
- Canaliza la necesidad de riesgos y aventuras en actividades seguras y saludables.
- Recuerda, esta es una etapa; no es permanente. Enfócate en las habilidades que tienen mientras mantienes una visión abierta de en quién se están convirtiendo.
Libros recomendados: Disciplina positiva para adolescentes, Jane Nelsen y Lynn Lott. Brainstorm, Dr. Daniel Siegel.
0 Comments